La Joyería en la Economía real
Tradicionalmente en sector joyero ha estado bastante maltratado por parte de los agentes económicos públicos, y no me refiero exclusivamente a España. Si bien ahora este tipo de negocios se rige como cualquier otro en el mundo del consumo, hubo momentos en los que el Impuesto sobre el Valor Añadido era más alto que cualquier otro negocio. Se entendía que pertenecía al sector del lujo y ello facilitaba a los políticos mantener una carga impositiva superior al resto de empresas de servicios. Por ello vamos a tratar de ver que aporta la joyería en la economía real.
En los años de la última crisis se llegó a plantear un impuesto especial para determinados sectores que se consideraba debían de estar gravados por encima del resto, entre ellos el sector joyero. Sin la menor duda es un hecho que hay una parte de la sociedad que ve con buenos ojos este tipo de actuaciones, pero si analizamos la situación real nos daremos cuenta de la gran equivocación que supondría mayores cargas fiscales.
Por un es sabido que mayores cargas fiscales representarían una bajada en el consumo de estos bienes, por lo que esa supuesta mayor recaudación no tendría mayor sentido que obtener aplausos de aquellos que piensan que el lujo es para los ricos y que a estos hay que subirles los impuestos. Pero más allá de esto último nos deberíamos de preguntar cómo afectaría esta medida al empleo. Son miles de personales las que, en diferentes oficios relacionados, están empleadas en el sector joyero, siendo que los empresarios ante bajadas en las ventas no tienen más remedio que utilizar el despido como arma defensiva; o, y como ya ha ocurrido en determinados momentos, echar el cierre.
Por tanto no se trata de subir impuestos, se trata de que éstos sean justos y que ayuden a mantener el sector con el fin de que la recaudación estatal sea cada vez mayor.
Los Anillos de Compromiso en el sector de la economía joyera
Pongo este ejemplo para que nos demos cuenta de la importancia de la joyería en la economía real.
Cada año en nuestro país se casan miles de parejas, siendo que cada una de ellas pertenece a una clase económica determinada. Tradicionalmente los anillos de compromiso se compran para pedir matrimonio a la novia. Son decenas de miles los que se venden al cabo del año, siendo una suma lo suficientemente importante para no dejarla de lado. Nuestra experiencia en nuestra empresa Jorge Juan Joyero nos aporta el conocimiento necesario para poder afirmar que este tipo de compras son ajenas al sector del lujo.
Cuánto se gasta de media un novio en el anillo de compromiso
Muchos clientes no disponen de más de 500€ para comprar el anillo de pedida de mano, es decir, un presupuesto que permite adquirir un anillo de oro con un pequeño diamante. Este tipo de compras en el sector de la joyería representan un porcentaje importante en el conjunto de las ventas anuales. Es cierto que hay quien se puede permitir presupuestos superiores al indicado, pero la media oscila entre los 500€ y los 1500€. Y estas cantidades en muchos casos representan un esfuerzo importante para muchos de los novios. Esto nos puede dar una idea de lo que representa la joyería en la economía real y cómo por si misma aporta un beneficio económico a la sociedad.
Al igual que hablamos de los anillos de pedida podemos mencionar el caso de las alianzas de boda o los pendientes para el día de la boda, y ello sin olvidarnos de regalos de joyería para jubilaciones, aniversarios …etc. ¿Tiene sentido pues castigar a este u otro sector económico con impuestos específicos superiores a la media?. Lo que el estado debería de pensar es que cuanto más alto sea el precio de una pieza que se vende en una joyería la recaudación es mayor y por tanto apoya a la economía general en una mayor cuantía a toda la sociedad; tal como ocurre en cualquier otro sector económico.
Por tanto utilizar a estas empresas para captar la atención de los votantes no deja de ser tirarnos piedras a nosotros mismos. La joyería en la economía real es algo que tiene sentido y debemos de cuidar este sector como a cualquier otro, y más cuando España es un país de tradición joyera a nivel internacional.