El arte de la Joyería
LA SERIEDAD DEL JOYERO
El compromiso debe ser la satisfacción del cliente.
Siempre he dicho que la joyería es un arte, y por eso titulo este post «el arte de la joyería«. El profesional que no lo entienda así fracasará. Ya no vivimos tiempos donde la joyería era toda igual, el mal profesional tenía una clientela fija por el simple hecho de vender oro. Todo cambia y el nivel de exigencia del cliente cada día es mayor debido fundamentalmente a que el nivel cultural ha dado un salto cuantitativo y cualitativo. Cuanto más exigente es el cliente, mejor deberían ser los servicios y la calidad de nuestros productos. Esa es la mejor forma de que una sociedad camine hacia el lugar correcto. Y lo que digo para el sector de la joyería, lo digo para cualquier otro sector empresarial.
EL CLIENTE TIENE LA PALABRA: Cuando un cliente se acerca a una joyería para comprar una joya con diamantes u otra piedra preciosa debe de analizar varios factores.
– El Establecimiento: Hoy disponemos de muchos recursos que nos permiten dirigirnos a uno u otro establecimiento con una cierta garantía. Las redes sociales son maravillosas en este sentido. En ellas encontraremos múltiples opiniones sobre la seriedad de los múltiples establecimientos existentes. Por tanto el primer paso es enterarnos que sitios conviene visitar y cuales no.
– Garantías del establecimiento: Cuando estamos dentro del establecimiento al que nos hemos dirigido debemos cerciorarnos de su cualificación. No basta con que la persona que nos atiende tenga buena educación y nos deje boquiabiertos con técnicas de venta. Una forma sencilla de ver su nivel profesional es ver si en algún lugar del establecimiento cuelga el Diploma de Gemólogo. Todos hemos ido alguna vez al médico y hemos visto como en su consulta aparece su título y su especialización; pues eso mismo se ha de exigir a un profesional de la joyería. Comprar un anillo con diamantes es sencillo, comprar el diamante que queremos requiere sentarnos frente a alguien que nos asesore.
– El profesional de las piedras preciosas: Cuando adquirimos una joya nos debemos de cerciorar sobre varios aspectos fundamentales. Si el joyero no nos informa debemos de ser nosotros quienes preguntemos. Por un lado debemos nos deben de garantizar que el oro de es de 18ktes. Por otro lado debemos observar minuciosamente la joya. Esta debe de estar perfectamente pulida y sin ningún tipo de arista mal trabajada que pueda ser molesta a la hora de lucirla. El oro cuando está mal trabajado suele tener poros. Esto es debido a una mala aleación. Este es otro tema a tener en cuenta.
Diamantes, zafiros, esmeraldas y rubíes:
Este punto es crucial. Para unos ojos inexpertos un diamante bueno será igual que uno malo, pero la diferencia entre uno y otro en valor es enorme. Y lo mismo ocurre con las esmeraldas, los rubíes y los zafiros. Todas las piedras preciosas, y fundamentalmente los diamantes, se dividen en función de diferentes parámetros. En el caso de los diamantes hay que tener en cuenta el color (existe una escala de color que va desde la D hasta la Z), la pureza (mayor o menor grado de impurezas), la talla (se consigna teniendo en cuenta parámetros tales como el pulido, la simetría y las proporciones), y el peso del diamante (cuando mayor es el peso mayor es el precio por kilate). Todos estos factores deben de venir especificados en un Certificado Gemológico, y será el profesional quien nos deberá explicar con detenimiento lo que figure en el propio certificado.
Si Vd. lo considera necesario, o si simplemente le apatece aprender, pida al profesional que le enseñe a mirar el diamante que ha comprado con la lua de 10 aumentos.
El Precio justo: Comprar en una joyería de prestigio no es sinónimo de comprar a un justiprecio. La publicidad, el lugar en el que se encuentre el establecimiento, la marca y otros factores añadidos, pueden hacer que la joya que compremos conlleve un precio muy elevado. En este caso podemos estar comprando una joya de prestigio derivado de la marca, pero a su vez estamos pagando un valor añadido que en ningún caso se tendrá en cuenta a la hora de venderla en caso de necesidad. Es por ello que no nos debemos dejar influir exclusivamente por las marcas, sino por la seriedad del establecimiento. Hay muchas joyerías serias donde podremos adquirir una joya a un precio muy inferior.
Fernando el Santo 24, 28010 Madrid
917022151 – 917020625
